sábado, 9 de julio de 2016

Zubiri

Día 16 bis: ron.

Juro
que he buscado
maneras alternativas
de paliar la ansiedad,
pero ni la risa
ni la música
lo han conseguido y,
como me desenganché
(antes de tiempo,
por lo visto)
a los psicofármacos
y a la autolesión
ya solo me quedan
los grados.
La soledad no se va, claro,
ni la culpa,
ni tú vuelves,
ni de lejos vuelves,
pero la opresión en el pecho,
la taquicardia
y las ganas de morirme
ceden
lo suficiente
como para poder
beber
una copa más.

No te preocupes,
corazón,
puedo ir viviendo
sin vida.

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